Había muchísimas ganas de enseñar esta sesión o al menos, un adelanto 😋. Roma fue la ciudad que los vio renacer y cuando hablamos de hacer su sesión preboda, teníamos muy claro donde tenía que ser. Salir corriendo de una boda porque el retraso en los horarios hizo su aparición, llegar al AVE tarde y tener la suerte de que el puntual tren llegó con 50 minutos de retraso y además, llegar con la lengua fuera y con el corazón en un puño, fue el comienzo de un viaje que ni Raquel ni yo olvidaremos seguro.

Un sueño cumplido, jamás pensé que la fotografía me llevaría a un sitio como Roma, a fotografiar el amor de una pareja con mucho significado. La magia de la Ciudad Eterna nos envolvió desde el primer momento y nosotros no pudimos más que dejarnos llevar por ésta maravillosa energía. Muchos kilómetros, muy buen rollo y ganas de disfrutarlo a tope, fue la receta de esta sesión que hoy comparto con vosotros.

Espero que os guste, pronto, os pondré alguna cosita más va ❤️. Mil gracias a mi Reichel por acompañarme siempre en estás increíbles locuras, te quiero pequeña.