Todo comenzó con un mensaje que nos llenó de emoción y anticipación: «¿Qué fechas tenéis libres al año que viene? Me caso y vosotros seréis los fotógrafos!». Así empezó nuestra aventura con Nuria y Yann, una pareja que desde el primer momento nos dejó claro que lo suyo iba a ser algo diferente, algo especial.

El 3 de julio de 2024 será una fecha que quedará grabada en nuestras memorias para siempre. No solo porque fue el día en que Nuria y Yann unieron sus vidas, sino porque ese día vivimos una de esas bodas que te recuerdan por qué amas lo que haces. Una boda donde las emociones estaban a flor de piel, donde cada sonrisa, cada mirada y cada abrazo tenía un significado profundo. Y nosotros estuvimos ahí, cámara en mano, listos para capturar cada segundo de esa magia.

San Juan de la Peña, con sus paisajes impresionantes y su historia milenaria, fue el escenario perfecto para este día tan especial. Imagínate estar rodeado de montañas majestuosas, con el aire fresco del Pirineo acariciando tu rostro, mientras dos personas que se aman con locura se dicen «sí, quiero». ¿Puede haber algo más épico? Difícil de imaginar. Y es que la naturaleza, con su imponente belleza, parece conspirar para que cada boda en un lugar así sea simplemente inolvidable.

Nuria y Yann lo tenían claro desde el principio: querían una boda auténtica, sin artificios ni poses forzadas. Querían ser ellos mismos, rodeados de las personas que más quieren, y compartir ese momento de la forma más sincera posible. Y eso fue exactamente lo que lograron. Desde los preparativos hasta la fiesta final, cada instante estuvo lleno de esa energía especial que solo surge cuando todo es real, cuando lo único que importa es estar presente y disfrutar del ahora.

Para nosotros, como fotógrafos, días como el de ayer son los que dan sentido a todo lo que hacemos. Porque no se trata solo de hacer fotos bonitas, se trata de capturar la esencia de las personas, de contar una historia que sea fiel a lo que son. Y la historia de Nuria y Yann es una de esas que merece ser contada, porque está llena de amor, de alegría y de una libertad que pocas veces se ve. Fueron ellos mismos en todo momento, y eso se refleja en cada una de las imágenes que capturamos.

Ver brillar a @npelegrin y a @lebigbig ha sido una p*** pasada. No hay otra forma de decirlo. Estuvieron radiantes, disfrutando cada segundo, contagiando a todos con su felicidad. Y nosotros, desde detrás de la cámara, no podíamos evitar sonreír, porque sabíamos que estábamos siendo parte de algo realmente especial.

Ahora, mientras revisamos las fotos y empezamos a darles forma, no podemos evitar sentir una mezcla de emoción y nostalgia. Sabemos que esas imágenes van a ser el reflejo de un día que fue mucho más que una boda. Fue una celebración de la vida, del amor y de la libertad de ser uno mismo. Y eso, amigos, es lo que hace que todo esto valga la pena.

Así que, ¿estáis listos para ver un adelanto de este día épico? Porque nosotros no podemos esperar a compartir con vosotros un pedacito de la magia que vivimos el 3 de julio de 2024 en San Juan de la Peña. ¡Va a ser espectacular!