Fotógrafo de boda en Zaragoza

Hoy queremos que os pongáis en la piel de Carlos. Para ello, vamos a hacer un viaje en el tiempo.

—Febrero de 2013. ¡Hace años ya, eh! ☺️ A las puertas de mi primera boda, recuerdo el rato antes de salir hacia casa de Blanca, mi primera novia. Me temblaban las piernas como a un soldado agazapado en su trinchera, esperando el grito del capitán para atacar. Miedo y nervios: qué maravillosa combinación, capaz de todo.
Jamás pensé que, tantos años después, seguiría abrazando esa sensación como a un hermano. Esa emoción es nuestra brújula cada fin de semana, la que nos empuja a seguir amando lo que hacemos.

Tanto, que aquí nos tenéis, publicando en el blog. Me atrevería a decir que somos del 1% de los fotógrafos que lo hacen 😂. No sé si eso es una medalla que colgarse… o algo sobre lo que reflexionar. Pero seguimos aquí, valorando cada historia, cada foto y cada gesto.

Hoy también es especial. Porque más de 7 bodas de la familia después, más de 400 bodas en todos estos años, desde aquel lejano 2013, desde aquellos primeros valientes que confiaron en mí con poco más que mis buenas intenciones como garantía, esta familia increíble volvió a confiar en nosotros.
He fotografiado muchísimas bodas de su grupo de amigos, pero ser los fotógrafos oficiales de la familia es algo más que una gran responsabilidad: es una tradición. Me imagino viejitos, disparando con Raquel a las futuras generaciones… ¡Sería gracioso vernos dentro de unos años así, eh! Jajaja.

Ojalá algún día encontréis algo que os apasione tanto, que os ilusione hasta el punto de estar dispuestos a sacrificarlo todo. Y que encontréis a alguien que confíe en vosotros al nivel de dejaros las fotos de su boda… y que salgáis vivos de eso para poder agradecer semejante fe.

Hoy os traemos la historia de Pedro & Maga, un “to be continued” en el camino tan brutal que hemos iniciado juntos. El valor de la sencillez en cada imagen. Qué bonito es tener familia. Qué bonito es tener amigos.
Un día especial también por el reencuentro con mi querida Goretti y con Noe. Siempre es un placer volver a juntarnos para vivir un día brutal. Qué maravilla trabajar con gente que ama lo que hace. Gracias, Oliver & Goretti Novias, por hacerlo siempre tan fácil.

Disfrutad de su boda en un lugar tan increíble como la Basílica de Santa Engracia.
Qué p*** suerte tenemos de ser fotógrafos de boda en Zaragoza después de tantos años.