Desde que empezamos como fotografo bodas Zaragoza te das cuenta que hay bodas que te calan hondo y se quedan grabadas, y la de Bea y Álvaro fue, sin duda, una de esas. Cuando pienso en lo que significa ser fotografo bodas en Zaragoza, esta es la razón por la que me enamoré de esta profesión. Días llenos de emoción, locura y momentos que te mueven algo por dentro. ✨
El 22 de junio de 2024, bajo un cielo increíble para hacer fotos, Bea y Álvaro se dijeron “sí, quiero” en Viñedos Rhey rodeados de su gente. Y vaya gente… más de 200 invitados que convirtieron su boda en una auténtica fiesta.
Álvaro tenía claro desde el principio lo que quería: una boda que no fuera solo bonita, sino una auténtica locura. Y vaya si lo consiguieron… La charanga de Calatayud, un toro mecánico y como siempre, el alcohol, ese fiel compañero jaja.
Pero, más allá de la fiesta, hubo momentos que te hacían un nudo en la garganta. Como cuando Álvaro rompió a llorar escuchar a su hermano Raúl. Esta boda se celebró ese día por y para que él pudiera estar presente. Detalles así son los que nos recuerdan que, al final, lo que importa es la gente a la que amas.
Bea: una mujer fuerte y llena de corazón
Bea es una de esas personas que te inspiran. La vida no se lo ha puesto fácil, y aún así, sigue brillando.
El día de su boda, Bea quiso honrar la memoria de sus padres de una forma muy especial: colocó dos rosas blancas en las sillas vacías que les habría gustado ocupar. Además, su amiga Rocío, su compañera de batallas en el hospital, recibió el ramo de novia como símbolo de todo el apoyo que le ha dado durante los años. Fue uno de esos momentos en los que hasta el más duro de los invitados se rompió.
Cuando lo auténtico vale más que mil poses
Cuando nos eligieron para ser sus fotógrafos, lo hicieron porque querían algo real. Sin poses forzadas, sin “momentos para la foto”. Solo pura vida y emoción. Y eso fue lo que intentamos capturar ese día. Porque, dentro de un año, créeme, no vas a querer ver fotos de tus zapatos o los detalles del vestido. Vas a querer recordar cómo se sintió ese abrazo de tus amigos, esas risas con tu gente, y los momentos en los que tu alma se parte en dos, porque lo hace, y son momentos que cicatrizan heridas.
Gracias por estar ahí. Todas las fotos son de Raquel & mías, que suerte estoy teniendo éste año, de poder compartir con ella ésta pedazo de temporada. Esperamos que os guste mucho ésta nueva entrada del blog. Os quiero !